Jorge Celedón, Jorge Celedón, el artista vallenato que hace poesía
De entre todas las voces que en el vallenato se han asomado a los circuitos comerciales, la de Jorge Celedón es, sin duda ninguna, de las más representativas. Con la estela de la globalización de este género colombiano que llevase a cabo Carlos Vives allá por la década de los 90 del pasado siglo, Celedón se ha convertido en un discípulo aventajado. Con una concepción musical más ortodoxa que la del samario, Jorge ha sabido combinar a la perfección sonidos de corte tradicional con letras cargadas de romanticismo y acordeoneros que rozan el virtuosismo. Poesía pura y sino, juzguen ustedes con frases como “Mi amor es más grande que el cielo del cielo” que, aunque escrita por Wilfran Castillo, la canta Jorge con un sentimiento que estremece al más pintado.
Y aquel juego de grandes canciones, con los años, le ha salido redondo: Tiene dos álbumes en los que comparte micrófono con artistas que nada tienen que ver con el vallenato, como Amaia Montero, Alberto Plaza o Franco de Vita, ha ganado 5 Grammys Latinos de 8 nominaciones y, hoy por hoy, su representante tiene que lidiar con la agenda para programar conciertos dentro y fuera de Colombia mes sí, mes también.
Cuando uno se acerca por primera vez a sus canciones entiende el significado de ese éxito, esa conexión casi instantánea del compositor con su público y su manera sencilla pero robusta de concebir la música. “El amor, como la música, es algo universal”, afirma con convicción, sabedor de que sus canciones se han convertido en la banda sonora de muchos colombianos, algunos de ellos sin saber que él mismo las había compuesto.
De un estilo sobrio pero elegante, la música de Celedón tiene un arco melódico lleno de luz, canciones como ‘Invitación’, se han convertido en auténticos himnos que han lidiado con clichés innecesarios para explicar por qué Colombia y su música son merecedores de un descubrimiento en profundidad, de una idolatría sin concesiones.
Celedón siempre supo dónde quería llegar en el mundo de la música. Atravesó por la fase de Jorgito, como aún le siguen llamando en su Villanueva natal. Ahora es, sencillamente, Jorge, el bastión más importante de un género que sigue construyendo país allá por donde va, con él como uno de sus más valientes abanderados.
Le tendremos en concierto en España a finales de año en un evento que promete emociones a raudales, que va a reencontrarnos con la viveza de unas canciones apasionadísimas, construidas casi como quien trenza una ilusión, como quien se enfrenta a un desengaño o como quien ama y perdona en silencio, siempre en la compañía de un acordeón que es perfecta réplica a las estrofas bienvenidas.